Ayudantes...
Hasta hace algunos años (2) era ayudante de asignaturas. Jamás lo hice por el dinero pues la paga era una miseria. Tampoco por el reconocimiento... simplemente, era ayudante porque me gustaba. Por lo mismo, jamás me quejé al momento de no recibir nada de vuelta del profesor en cuestión. Entre todas las ayudantías que hice, me tocó enseñar la teoría, hacer prácticas, tomar certámenes, revisar certámenes, revisar tareas, inventar tareas, hacer las transparencias de los cursos, etc... Pero solo un profesor -alguna vez- me dio las gracias... y por eso lo aprecio mucho. Por lo mismo, siempre valoré que José E. llevara a sus discípulos del LCDA a almorzar afuera una vez al semestre. Quizás para algunos les parecía ilógico que gastara su dinero en alumnos, pero siempre miré con envidia al Lucho cuando tenía esas comidas de camaradería... Ahora los papeles se cambiaron, y estoy al otro lado de la ecuación... y como alguna vez lo fui, creanme que valoro muchísimo todo lo que hacen los ayudantes...